Pizza, tan solo con imaginarla la boca se hace agua. Esa que lleva tú queso preferido, o combina el sabor de las carnes frías, la pizza es un platillo para todos. Pero antes de que existieran tantos estilos, existió solamente en Italia. 

Los panes planos son un plato típico de la cocina mediterránea, de ahí nace la foccacia. Considerando que el jitomate llegó a Europa durante el siglo XVII la pizza fue una innovación. 

No fue sino hasta el siglo XVIII que en las áreas pobres alrededor de Nápoles, se añadió la salsa de jitomate al pan plano, naciendo así la pizza. El platillo ganó popularidad, atrayendo la atención y en 1830 fue vendida por primera vez a los curiosos que se acercaban a probar la especialidad local. 

"En Nápoles se elaboraba con aceite, tocino, queso, tomate y anchoas". Alexandre Dumas, escritor francés.  

En la cocina Napolitana son muy estrictos, consideran que solo existen dos tipos de pizza,  la “Marinara” y la “Margherita”. 

Más tarde en 1984 se fundó la Associazione Verace Pizza Napoletana ("Asociación para auténtica pizza napolitana") que solo reconoce a las pizza Marinana y pizza Margherita, además, estableció reglas para su preparación. Algunas de ellas: la elaboración de pizza en hornos de madera a una temperatura de 485ºC y por no más de 60 a 90 segundos. También que el tamaño de la pizza no debe sobrepasar los 35 cm de diámetro, ni rebasar 1 cm de grosor al centro. 

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