Todavía está muy fresco el trendy topic de los Óscares. Recientemente vi la película de Whiplash (muy ad doc y recomendable para cualquier músico o aspirante) Para empezar, me llamó la atención el título: whiplash… pero ¿qué significa “whiplash”? Fui al traductor de google y me encontré que “whiplash” significa “latigazo”, más específicamente, se refiere a una lesión en las cervicales debido a un latigazo al momento de un choque. Sabemos que las cervicales son una parte muy delicada e importante de nuestro cuerpo e investigando supe que ese tipo de lesión generalmente no es riesgoso para la vida, pero sí te puede provocar vértigo, sensación de inestabilidad, problemas de concentración, de memoria y obviamente mucho dolor.

Entre músicos decimos que si no has tenido un profesor de música que te trate con rigor, entonces ¡no sabes nada! Jaja. Aún recuerdo una vez que tuve una “pelea a la italiana” con mi maestra de canto. Tomaba clases de perfeccionamiento operístico en Italia, cuando un día algo no salía como debía salir, entonces ella empezó a hacer aspavientos, como suelen hacer los italianos. Obviamente después de un año de conocerla, pues ya sabía de esos arranques divescos, propios de los artistas. Ya había yo pasado por todas las fases que puede haber con un maestro así: Quedarse callado, bajar la cabeza, ignorarlo, derramar lágrimas, hacer entripado. Pero lo que no sabía era que me faltaba una fase por recorrer… y era “voltear la tortilla” y empezar a hacer aspavientos italianos también yo.

Hasta hoy en día no sé si saqué algo bueno de esa discusión… aunque debo presumir que en ese momento me di cuenta de que mi italiano era muy bueno como para ponerme al tú por tú con un oriundo :P jaja. Pero regresando al tema, todavía me pregunto cuál fue mi sentimiento hacia esa pelea… supongo que la sensación ha de haber sido liberadora a la vez que tensa. Y en el presente, viendo y analizando esta nueva película, me viene a la mente esa relación tormentosa con mi maestra, esa relación agridulce con ella… y puedo hacer la analogía de que ese tipo de relaciones ciertamente pueden parecer un verdadero latigazo en las cervicales, tal vez no te matan, pero la inestabilidad, estrés y dolor que te generarán será monumental.

Lo que sí es cierto es que allá afuera tienes que luchar con uñas y dientes para ganarte un lugar. Por otro lado, el medio artístico es de por sí un océano lleno de tiburones y pirañas… luego entonces el planteamiento queda en el aire: ¿Debe haber rigor para que podamos obtener beneficios? Supongo que todo dependerá de cada persona, ya que no todos reaccionamos igual. Sin embargo, comentando la pregunta con varios colegas artistas, la mayoría coincidimos en que “desgraciadamente sí se necesita rigor para obtener beneficios”, y si no, recuerden a alguno de sus maestros “barcos” y lo que aprendieron en esa clase. Pienso que finalmente, sí es necesario cierto grado de estrés para poder obtener resultados, y si un maestro ve talento en ti, entonces seguramente querrá sacar todo el provecho que se debe. Tal vez lo que se debería sopesar, es hasta qué punto puedes quebrar a cada alumno, porque lo que es cierto es que debe haber un equilibrio, de manera que lo empujes hasta el límite, digamos, casi a fracturar esa pobre cervical, y si ese alumno logra “sobrevivir” a ese campamento de rigor, casi militar, en el estudio, entonces seguramente estará apto para nadar en las aguas profundas del medio artístico.

CRESCENDO - Centro Musical y de Artes Escénicas