El principal objetivo de esta tecnología es mejorar la calidad de vida, incrementando la comodidad de los inquilinos automatizando las instalaciones de una vivienda. Lo que en la actualidad se denominan como casas o edificios “inteligentes”.

 Actualmente incluso electrodomésticos o línea blanca se unen a esta tendencia. Esto con el fin de economizar y administrar gastos como es la energía eléctrica.  La domótica se está haciendo presente en varios ámbitos del hogar, incluso sin darnos cuenta. Desde los típicos controladores de la calefacción hasta sistemas de gestión de agua, iluminación o gas. Todos ellos para conseguir ahorrar agua, gas y, sobre todo, electricidad.

 Cuantos de nosotros nos quedamos con esa duda, ¿Apague la estufa? ¿Apague la plancha? ¿Las luces? No podremos estar seguros o cómodos hasta que regresemos a verificarlo esa es la realidad. Y si lo hicimos tenemos un gasto que no podremos evitar. Según datos manejados por el IDEA (Instituto para la diversificación y el Ahorro Energético), se puede llegar a ahorrar más del 50 por ciento del consumo eléctrico de un hogar en función de múltiples variables. De ahí que, en muchas ocasiones la domótica no se observe como gasto a la hora de realizar una reforma en la vivienda, si no como una verdadera inversión de futuro.

 Sin duda la domótica es una solución que en un futuro, que ya nos está alcanzando, mejorara la calidad de vida y sobre todo disminuirá los gatos innecesarios que podríamos dirigirlos a otras necesidades. Nuestra casa entera estará conectada a la red mundial, y podremos realizar infinidad de tareas que van, desde apagar y prender una luz hasta pedir algún alimento desde nuestro refrigerador.

¿ Estarías dispuesto a dar ese gran paso en tu hogar?