La ubicación geográfica y su acceso, el hecho de ser bilingue o que se transmitan valores y actualización tecnológica, el fomento al deporte, la conciencia ecológica, el crecimiento espiritual, cultural, o social. Y no olvidemos nuestra realidad socioeconómica, ¿cuáles son nuestras posibilidades reales de pagar una educación como la que hemos elegido? Y su ubicación geográfica y acceso ¿no nos implicará un sacrificio para nuestros hijos? Tal vez ese debería ser un tema primordial y decidirnos por la escuela que está más cerca de tu casa como la mejor. Los horarios y las distancias  también deben ser considerados, pues muchas veces, olvidamos estos detalles y hacemos de nuestras vidas un constante inventar y desear cosas que nos separan como familia y nos alejan de la realidad.         Otro aspecto interesante es el currículum oculto, esto se refiere a la importancia que le damos  a los niños con los que mi hijo se relacionará a través de la escuela. ¿Cuánto me interesa quiénes serán sus compañeros, sus familias, su estatus y nivel socioeconómico?. La decisión es importante y será satisfactoria en la medida que la tomemos coherentemente, principalmente por que de ella dependerá que podamos caminar juntos en la formación y desarrollo de nuestros hijos, la escuela y la familia.  Los ciclos se cumplen, los tiempos se viven y los niños crecen y aprenden, aprendamos a conocer a nuestros hijos, decidiendo cual es la mejor escuela  para ellos y así, padres e hijos, viviremos felices tan importante etapa en sus vidas.