Las "súper bacterias" resistentes a los antibióticos son un problema creciente. Son bacterias difíciles de tratar y una amenaza para los niños. Una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland, encontró un brote del 700% en infecciones resistentes a antibióticos de bacterias incluyendo la salmonella y E.coli entre los niños de Estados Unidos.

Un gran motivo en el aumento de estas súper bacterias es el uso excesivo de antibióticos.

Conocer lo que los antibióticos pueden y no pueden tratar. La mayoría de los gérmenes que los niños agarran son virus: resfriados, tos, gargantas irritadas, y los antibióticos no pueden tratar dichos casos, como dice el Dr. Stan Spinner Oficial médico en jefe del Hospital Texas Children's Pediatrics y de Texas Children’s Urgent Care. Éstos pueden, sin embargo, matar la bacteria que está por detrás de la enfermedad del niño como la infección en la garganta por estreptococo, e infecciones en oídos y piel.

Puedes esperar a que ceda una infección de oído. Mitad de las infecciones de oído pueden mejorar sin el uso de antibióticos. "Es muy importante el uso de antibióticos para los niños muy pequeños y los niños que presenten temperaturas muy altas. Pero en la mayoría de los niños sanos, utilizar paracetamol o ibuprofeno - y muchos abrazos- son suficiente para un dolor de oído.

No acortes el tratamiento. Lo entendemos, es difícil hacer que tu hijo se tome las medicinas, aun cuando tengan su sabor favorito. Pero si tu hijo no se toma los medicamentos conforme al tiempo indicado en la prescripción médica, es muy probable que la infección regrese. "También estás dando una posibilidad a la bacteria para que encuentre la manera de sobrepasar al antibiótico. Si piensas en detener el tratamiento, sin importar el motivo, debes informarle a tu médico." asegura la Dra. McCarthy.

Evita compartir. A pesar de tener otro hijo con los mismos síntomas, no les des el medicamento del mismo envase. Ninguno de los niños tomará el tratamiento adecuado e incluso tu otro hijo es probable no necesite el medicamento. "Aun cuando los síntomas son similares, podría no ser la misma enfermedad," explica el Dr. Spinner.

Prepárate para los efectos secundarios. Los más comunes son la diarrea, dolor de estómago y salpullido. "Los probióticos, ya sea en paquetes, cápsulas o en yogurth natural, pueden ayudar a reemplazar la bacteria buena y en ocasiones a prevenir el dolor de estómago," afirma la Dra. McCarthy.

Cuidado con las alergias. El salpullido es uno de los efectos secundarios más comunes y en ocasiones es señal de una reacción alérgica. Otra pista de que tu hijo pueda ser alérgico: Si dos o más miembros de la familia tienen una alergia a un antibiótico particular o a algún grupo de antibióticos, el riesgo de tu hijo aumenta de 5% a 10%, menciona la Dra. Spinner.

Mantente en contacto con el doctor, en especial si tu hijo no mejora en más de un día. Podría ser que el antibiótico en particular no esté funcionando o bien, que la infección se haya expandido.

Tira los medicamentos que sobren, no los guardes para otro día que se pudieran utilizar. No todos los antibióticos son iguales, algunos son más eficaces en ciertos casos que en otros

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Nuestros consejos para padres son sólo sugerencias. Le recomendamos también consultar a su medico por cualqueir alergia o enfermedad, My Gym School.