Por: Irma Lugo Chávez

Coordinadora de Enfermería

Las cruzadas preventivas contra el sexo inseguro no terminan, ya que aún un alto número de personas continúan con prácticas sexuales sin medidas de seguridad. Embarazos no deseados e infecciones potencialmente mortales, colocan al problema en una prioridad para la salud pública mundial.

La ausencia de la figura de los padres en la realidad del universitario -por alejamiento de su hogar, ya que muchas veces emigran a estudiar fuera del ámbito familiar-, es común; los jóvenes aprovechan la distancia familiar y la soledad para “liberar” las emociones. El alcohol trae consigo la energía; la necesidad, el aislamiento, y muchas veces la baja autoestima que los hace recurrir al sexo sin protección. Iniciando como un juego y desafíos para demostrarse así mismo y al grupo quién es más atrevido, aventurero, intrépido ante los otros con su pareja. La experiencia compartida tiene otro calificativo habitual: nadie utiliza condón ya que creen que no es necesario, no importa, todos se conocen y saben que “están bien”; además, comparten el realidad más peligrosa y frecuente de todos: “se siente mejor y se disfruta más sin condón”. Para algunas de sus amigas/os y novias/os, no es la primera vez pero no lo dicen, nadie se pregunta, aunado el poco dinero para gastar, no se le da prioridad y se escatima para el uso del condón. Piensan que por ser joven no les puede pasar nada no pueden enfermar, incluso, poder evitar un embarazo con un poco de cuidado. Los Universitarios son un grupo vulnerable para adquirir el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Las conductas sexuales de riesgo más frecuentes son relaciones sexuales a temprana edad, múltiples parejas sexuales, uso de alcohol y drogas.

Una potencial causa de muerte.Un estudio realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 59 países, México incluido, señala que las relaciones sexuales de alto riesgo son la segunda causa de muerte en países en desarrollo. Entre las causas que podemos señalar están:

• Falta de comunicación con la pareja, uso de drogas inyectables con uso de jeringas compartidas.

• No delimitar alcances durante los juegos sexuales previos, porque pensamos que somos capaces de controlar situaciones de cualquier tipo durante el coito.

• No consultar al médico ante cualquier signo, sospecha o temor de enfermedad de transmisión sexual.

• Utilizar drogas y alcohol antes del coito para estar poco conscientes de con quién tenemos sexo.

La preocupación se encuentra presente después de un encuentro desprotegido, la intranquilidad es real: sida, embarazo, aunque se extiende a más de una treintena de padecimientos provocados o transmitidos por la vía sexual; por ejemplo, herpes, sífilis, gonorrea, papiloma, hepatitis C  etcétera.

Indudablemente, los embarazos no deseados y el SIDA son las dos principales causas; por ejemplo, tan sólo el SIDA se ha encargado de dejar tras de sí una estela de cadáveres que se calcula en más de 30 millones desde que se descubrió la enfermedad. En México, en 2007, se registraron 4 mil 900 decesos. Sin lugar a dudas, lo que más inquieta es la incidencia del problema en el Universitario en las prácticas sin protección alguna, pero sobre todo, la falta de responsabilidad y conciencia ante el problema.

Fuente de consulta:

//revistaopen.com.mx/2009/02/sexo_inseguro_los_riesgos_del_nirvana/